"La Amazonía es tierra de Brasil, pero le interesa y es fundamental para todo el mundo", dijo hoy Arthur Virgilio, alcalde de la ciudad de Manaos (capital del estado de Amazonas), al advertir sobre los riesgos políticos, económicos comerciales e incluso militares que podría llegar a acarrear el mal manejo medioambiental de Brasil, lo que derivó en los históricos incendios de la selva Amazónica.
"El mundo entero exige una gobernanza sensata, inteligente y apropiada para la región amazónica", señaló Virgilio en declaraciones que recoge Télam.
Si Brasil no se adaptase a las exigencias internacionales en materia de medioambiente, pueden haber "consecuencias lamentables" para el país, advirtió el intendente. "En todos los aspectos: diplomático, comercial, exportador, inclusive, quién sabe, Dios no lo quiera, pero quién sabe, hasta militar", afirmó, advirtiendo sobre una posible intervención de fuerzas internacionales.
El alcalde participó hoy de la última jornada de la Semana del Clima de Latinoamérica y Caribe, organizada por la ONU. Sin aludir al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, criticó las políticas gubernamentales en materia ambiental.
"Preservar la Amazonía es un deber del gobierno, recriminar lo que hicieron los países en el pasado no resuelve el problema de la gobernanza", agregó el político del centroderechista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
A diferencia de otros países poderosos como Estados Unidos, China o Japón, Brasil no tiene la suficiente fuerza para dar la espalda a la cuestión ambiental y podría sufrir un boicot comercial por parte de otros países si no hace los deberes en ese sentido, afirmó.
"Esa crisis va a ganar volumen, va a pasar por el boicot de nuestros productos, va a pasar por la demonización de nuestra diplomacia y va a terminar generando una fricción militar", sostuvo.
Por su parte, las autoridades del estado de Acre, fronterizo con Bolivia, declaró hoy la emergencia por los incendios, informaron las autoridades en la capital estadual, Rio Branco.